Categoría: Leyendas
Se escucha mucho últimamente sobre una página Web del Diablo. Un sitio dedicado por
completo a las artes demoníacas, donde puedes ver posesiones e invocaciones en tiempo real, con todas las instrucciones precisas de cómo hacerlo tu mismo desde la comodidad del hogar, el paso de distintos demonios
a nuestro plano existencial, y por si fuera poco, un apartado en el que podías hacer un pacto online con el Diablo.
Lo extraño de todo esto, es que todas
las personas que solían hablar de ello, no tenían ni la mínima
idea de la dirección web del sitio, por lo que muchos pensamos que no
era más que un cuento como otros muchos, una simple leyenda
urbana que tenía más datos descabellados que ciertos. Sin
embargo, la voluntad de Daniel, un chico de 15 años que vivía en Ohio, Estados Unidos, por dar con aquella página era muy
fuerte, y bien dicen que: “el que busca encuentra”, después de
un mes de investigar y surfear los sitios más extraños que
puedan hallarse por la red.
En una simple ventana
emergente que le apareció de repente, como si tuvieran que
cumplirse ciertos requisitos de navegación psicóticos para obtener una invitación a entrar.
Para desbloquear el acceso había una
pregunta y advertencia sencilla:
“Entrar a este sitio, implica entregarte al Diablo. ¿estás de acuerdo?"
Pero no había botones
para elegir si o no. En su lugar, la mente de Daniel fue invadida por
un bombardeo de imágenes en las cuales, sobresaturaba el cerebro de la persona, haciéndole sangrar por ojos y oídos, salpicando la pantalla con su sangre, siendo esto el "aceptar".
Entonces terribles gritos de dolor, angustia y miedo invadieron la habitación de Daniel,
cientos de videos se reproducían al mismo tiempo, mostrando
grotescas escenas de almas torturadas por distintos demonios,
gente realizando extraños rituales y demás cosas afín. Tan solo pasaron unos
segundos, horas para el, y Daniel comenzó a enloquecer, no soportaba mas esa aberrante situación.
La ventana no tenía ninguna “X”
para cerrarse, apagar el ordenador y desenchufarlo tampoco dio resultado, aquellas
aberraciones seguían mostrándose en la pantalla desenchufada, pasando por un momento de
estática, en el cual se materializó un ser humanoide desprovisto de
piel que comenzó a salir de la pantalla. Por la posición que Daniel mantenía frente al ordenador, lo podía haber cogido fácilmente y arrastrado al averno, pero en lugar de eso el demonio fue saliendo lentamente,
mostrando su macabra sonrisa llena de dientes afilados, saboreando el miedo que provocaba al muchacho.
Le hacía saber su horrible futuro solo
con gestos, y dejaba que el aire se impregnara con el terror de
Daniel, quien habiéndose entregado al Diablo desde el comienzo, había
pasado a formar parte del elenco como otros cientos de curiosos
cuyos videos servían para atraer a nuevos adeptos.
Al menos esa es la versión que Daniel contó en el Hospital Psiquiátrico en el que fue ingresado tras provocarse bizarras heridas en el cuerpo, y antes de suicidarse sin que los médicos pudieran hacer nada por el.
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