Caso #11, Apariciones en Galdames, Vizcaya

Categoría: Investigaciones


La leyenda de Almanegra se forja en la Cueva de Urallaga de Galdames, un enorme arco natural que se abre en las calizas de los montes de Grumerán.
Entre los siglos XIX y XX fue una mina de hierro que hizo prosperar el barrio de Urallaga. En su interior se refugia la Ermita de la Magdalena citada ya en el siglo XVIII. Siempre tuvo fama, más ahora porque en su interior, aseguran que pena el alma del suicida Almanegra
Leyendas e historias referentes a la mina de la época del siglo XX no se recopilaron apenas. 
Pudimos encontrar publicaciones sobre la ermita de Santa Magdalena:
  • Es un edificio modesto, cerrado, que se arruinó durante la guerra y fue restaurado en el año 1942 por 2 radicales sucesos:
  • En 1906, durante una huelga, mineros anarquistas destruyeron la imagen de la virgen a tiros. 
  • En 1935, otro minero dinamitó la ermita en represalia tras perder una fortuna jugando a las cartas, cuando encomendó esa partida a la Virgen.. 
Las historias recopiladas o transformadas en forma de novela son del siglo XIX y tienen un cierto grado de referencia a contenido mitológico y leyendas con fondo de acontecimientos reales. 

Se trata por ejemplo de leyendas relacionadas con Mari y ubicadas en la zona de Urallaga, Galdames, recopiladas por Barandiaran (sacerdote, antropólogo, etnólogo y arqueólogo español,​ autor de numerosas y reconocidas investigaciones relativos al folclore y etnografía vasca) en 1979 y de historias acerca de un tal "alma negra" suicida que vaga como espanto o espíritu errante por esa misma zona. 

Estas últimas historias fueron recopiladas en el siglo XIX por el escritor encartado Antonio Trueba, oriundo de Galdámes (1819-1889), que lo cuenta en su libro 'De Flor en Flor'..

Las leyendas recopiladas procedentes del siglo XX tienen una referencia parcial a ello, pero también hay nuevos componentes. Según informantes existe la creencia en una Magdalena que baila con cascabeles delante la ermita y además se recopiló una jota significativa. Aparte, se cuenta que la fundación de la ermita originaria (en la campa de la Magdalena) se construyó a petición de los padres de una joven que tenía por nombre Magdalena y a la que un milagro salvó de caer por el precipicio que hace la cueva cuando intentaba suicidarse por causas de amor. Vecinos y mineros solían decir que era ella misma quien bailaba al son de sus cascabeles en la boca de la cueva.

Las creencias en apariciones sobrenaturales parecen ser ligadas a actuaciones inmorales por un lado que luego provocan apariciones de tipo "espanto" o espíritu vagante. O por el otro lado, tiene que ver con las connotaciones simbólicas de los lugares, con cierta continuidad, como forma de sincretismo religioso. Recientes referencias a apariciones de carácter sobrenatural parecen ser muy contados se cree que aparecieron símbolos, manchas en la pared, interpretado como ojos. Fé de ello da la necesidad de protección sobrenatural que proporciona la estatua de Santa Bárbara, patrona de los mineros, que vigila la entrada central.
La vida en la mina sabemos que era dura, difícil, se habla también de comportamientos muy violentos entre ellos, peleandose cada dos por tres a puñetazos o navajazos por temas relacionados con el honor, la novia, el dinero, etc, De modo que entre los asesinatos y víctimas de derrumbes en una mina de estas características, confirman la actitud de los mineros ante la vida: La gente no tenía más ambición que estar allí, subsistir, hacer un poco de dinero, su huerta y allí con la huerta trabajando, subsistir; poder sacar adelante los hijos no había más aspiración en su vida, eso de un coche, teléfono, ... no había, comodidades ninguna, la sociedad de consumo no había llegado, entonces solo era trabajar y vivir al día.

Subiendo hacia la mina, pasamos por un antiguo barrio minero, del que solo quedan la cantina, hoy en dia restaurada y okupada, y un barracón del que solo quedan las paredes.
El único habitante de esas casas que pudimos encontrar se manifestó reacio a la historia de la mina, simplemente indicando su deseo de vivir solo en esos parajes, sin la visita de ningún otro ser humano, pero una persona que vivio por la zona nos pudo contar otra historia sobre los sucesos:
En la aceña vivio mi bisabuela, un dia, Tasio, su vecino, desapareció, la gente lo estuvo buscando pensando que le había pasado algo en el monte, pero encontraron los zapatos y la cachaba clavada a la orilla de la poza. Y ahora lo demas lo dejo en tu imaginación, pero puedes esperar allí a ver si sale del agua. Y si, es real que se suicidó allí.  
La poza a dia de hoy esta vallada, para que no entre nadie y evitar posibles accidentes, pero al ser una zona no vigilada, a veces se ve arrancada, y se puede acceder con cuidado al interior, naturalmente no pudimos evitar entrar a ver la poza y recordar a Tasio.
Después nos adentramos en la mina, con afán espeleólogo, para buscar indicios, y más aún, para conocer la mina en su totalidad, la temperatura era buena, por mas que nos adentrasemos no era necesaria chaqueta, el silencio atronador, la oscuridad más absoluta, se oía como goteaban las estalactitas, un rumor incesante nos hacía saber que un riachuelo atravesaba la cueva, y dentro, aún quedaban algunas construcciones, postes de luz que hacían siniestras siluetas iluminadas por nuestras linternas.
Pero lo mejor de todo era el techo, con oscuridad total si apagamos las linternas, pero con brillo fluorescente cuando le enfocabamos
La cueva era inmensa, había toboganes y chimeneas por todos lados que subían o bajaban, llevándote a niveles distintos, los pasos de los mineros, huecos tras huecos, quizas tenias que pasar de rodillas por un agujero en la pared y aparecias en otra sala inmensa, había varias marcas en las piedras señalando la salida para que la gente que se adentrase no se pierda, y lo mejor fue, en una gran antesala, en una cavidad de la pared, encontrarnos un belén encajonado.
Al anochecer es otro cantar. Los murciélagos vuelan a cientos en busca de insectos. Los búhos ululan y el bosque cruje de manera amenazadora. Es la supuesta hora de paseo del suicida Almanegra, condenado a vivir eternamente en la oscuridad de la caverna, pero que en noches de luna llena, se deja en algunas antesalas entrar un poco de luz de luna, gracias a las simas que la montaña posee.
De modo que sabemos a ciencia cierta, como reza el cartel de la ermita, que la tierra está bañada por la sangre del minero que la propia tierra fecundo, que hubo sucesos radicales de gran ira y violencia en su interior, que desapareció un hombre en la poza de la misma, una chica salvo su vida milagrosamente intentando suicidarse allí...

Si la leyenda de alma negra y la magdalena son un mito creado para atraer turismo a la misma o si es un suceso real no lo hemos podido confirmar, pasamos la noche allí y ni vimos ni capturamos ninguna visión, ninguna sombra, ningún lamento ni cascabeleos, pero podemos asegurar que mucho turismo tampoco quieren atraer, pues en los 40 minutos que hay de subida a pie, pues la carretera solo permite pasar todoterrenos, no hay ni un solo punto de suministro de agua, sea fuente, manantial, o una fuente externa en las varias depuradoras de agua o depósitos que en la subida se cruzan como es costumbre en otros lugares.

Tampoco es bienvenida la gente a su paso por el antiguo barrio minero, habiendo 2 perros sueltos, y estando todo el suelo lleno de huesos como podemos apreciar en las fotos.
*Debido a un fallo interno se eliminaron muchas imágenes, teniendo que volver a sacarlas el 22/01/2017.

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